faro azul
- El blog de Luisa Chico
- 12 sept 2019
- 1 Min. de lectura

Miro al horizonte envuelto en bruma
gris, inerte, distante…
Y a lo lejos se enciende una luz azul.
Me llama desde la distancia y no la escucho,
mi radar hace tiempo que se detuvo,
velos de añoranzas y nostalgias lo inundan todo.
El azul del agua baña mis ateridos pies.
El azul del mar, este frío mar,
es lo único que me abraza.
Y allá lejos, envuelta en la calima
sigue parpadeando la luz azul,
persistente, estoica, expectante, viva.
Yo sigo sin verla.
Cada día nado serena, aislada,
entre grises que no dicen nada.
Ni un pálpito de luz en mi interior,
ni un latido… nada.
Solo el azul del mar y su cobijo indiferente.
De pronto, la bruma se disipa por un instante,
es como si el Alisio
quisiera descorrer el velo que me envuelve
desde hace tanto tiempo.
La luz se acerca, se hace voz y mirada.
Un faro azul me observa y sonríe.
Y no siento miedo
por primera vez desde hace mucho.
Confío y tiendo mis brazos hacia el faro azul.
Me dejo guiar por su estela de luz
buscando el norte que perdí un día,
sin importar los riesgos que deba correr,
las olas que deba cabalgar,
los campos que deba atravesar,
El futuro, es hoy.
Cierro los ojos y sonrió.
©Luisa Chico
Aunque no entiendo su significado, me gusta mucho, todo lo que huele a mar y al hecho cierto que el futuro es hoy, y lo tenemos en la mano para disfrutarlo en cada minuto.